El publico ya no sabe que criticar. Ahora culpan a Vogue de incitar a la pederastia, y en mi opinión la revista solo muestra la realidad de los sueños de las niñas: pintarse los labios, embadurnarse de potingues, ponerse collares y zapatos de tacón (o los de las madres desean para sus hijas, eso es una incógnita)
Somos unos hipócritas ¿qué niña no se ha puesto los zapatos de tacón de su madre? Todas alguna vez lo hemos corrido por el pasillo con los taconazos y pintadas como unas monas. Esta polémica no tiene sentido Vogue muestra el deseo de las niñas en convertirse en mujeres y repito somos unos hipócritas puesto que educamos a nuestras hijas, sobrinas y hermanas a jugar a las cocinitas, cambiarle los pañales al Nenuco y a ir tan guapas como la Barbie y ahora nos da miedo ver los monstruos que creamos, pequeñas que se comportan como mujeres sugerentes y sofisticadas. Ya esta bien que muestren una supuesta perfección de mujeres que deben estar por sus hijos y sus maridos ahora son mujeres que luchan por su glamour, su belleza su sofisticación sí y para ser una mujer sofisticada necesitas cultura, ambición, poder y ser autosuficientes. El estereotipo de modositita y fregaplatos se acabo, ahora somos mucho más, mujeres con autoridad, hermosas, inteligentes pero nunca floreros somos tan bellas por fuera como por dentro.
Niñas disfrazadas de mujeres y vestidos de firmas en miniatura, esto es solo el principio, el principio de las manifestaciones del poder de la moda, la cual no tiene limite, el poder de esta, ya comparable con la fe, puesto que para muchos es una religión (y yo desde luego creo mas en la moda que en la fe) puesto que la moda “esta en toda partes”.
Y ahora os mostraré más pequeñas diosas:
Finalmente mi favorita
